Sin duda alguna, el metaverso ha llegado para quedarse por mucho tiempo, y es que gracias a las plataformas de realidad virtual, el mundo de los videojuegos ha revolucionado.

En Creatoris nos planteamos la pregunta de ¿Cómo aprovechamos esto para generar una mayor conciencia ambiental?

Creatoris se centró en la presentación del componente de Realidad Inmersiva desarrollado a través de la división SERI (Servicios Especializados de Realidad Inmersiva). La realidad inmersiva consiste en una combinación entre el mundo real e introducir en él elementos creados de forma virtual. Está basada en un entorno tridimensional para lograr una realidad imaginaria en un mundo físico.

«Edi en un metatarso sustentable» es un videojuego de realidad inmersiva desarrollado para promover la educación ambiental y que los niños aprendan a través de un videojuego la importancia del reciclaje de desechos.

El objetivo del videojuego es enseñar a los niños a identificar los distintos tachos de colores y saber el uso que cada uno tiene. En Creatoris, desarrollamos este videojuego para que todos desde niños aprendiéramos a reciclar la basura.

¿Cómo funciona?

Edi vive en un universo virtual, hace unos días Edi tuvo un problema en casa y tiene mucha basura, nuestro objetivo es ayudar a Edi a reciclar la basura en los lugares correctos.

  • Bote azul → plástico
  • Bote verde → vidrio
  • Bote amarillo → papel y cartón
  • Bote celeste → latas

El videojuego tiene un tiempo límite por turno para atrapar la basura que sale de la cocina y colocarlo en el bote correcto, mientras más rápido los niños reconozcan la clasificación de los desechos obtendrán un mayor puntaje.

 

 

 

 

Este domingo 24 de abril, el Gobierno del Estado de Nuevo León organizó NuevoLandia, evento de celebración por el Día del Niño en el Parque Fundidora en Monterrey, Nuevo León.

La participación de Creatoris en el evento consistió en realizar un concurso con los niños en donde pudieron participar jugando el videojuego e intentar obtener el mayor puntaje.

Se realizaron 4 rondas de juego y se contó con la participación de 50 niños en total. En cada ronda se seleccionaron a los niños que obtuvieron el mayor puntaje para que pasen a la siguiente ronda hasta llegar a 9 ganadores.

Los papás pueden ir viendo en la pantalla cómo sale la basura y los niños la deben colocar en el bote correcto.

Luego del concurso, recibimos un testimonio de una de las ganadoras. La participante, Samantha, indicó que le gustó mucho el videojuego, le ayudó a clasificar la basura en los diferentes botes de basura y le gustaría tener este juego en su escuela.

Esperamos que este proyecto pueda tener un gran impacto en los niños de Nuevo León, y que el metaverso, más que una moda, sea la herramienta tecnológica que gamifique la enseñanza sobre el cuidado del medio ambiente.